El inicio de una nueva era para la libertad de prensa en Malaui tuvo lugar a mediados de 1990 con la aparición de periódicos y emisoras de radio independientes. La mayoría de la población se informa a través de la emisora de radio pública Malawi Broadcasting Corporation (MBC). Aunque el país cuenta con una decena de diarios independientes, la mayor parte de las publicaciones son poco accesibles por su precio y por el idioma de publicación, el inglés, que la mayoría de la población no domina. Existen varias cadenas de televisión, pero solo la cadena pública Malawi TV tiene cobertura a nivel nacional. 

El Estado tiene cierta influencia sobre los medios. En 2018, un grupo de prensa tuvo que excusarse después de que el partido en el poder le reprochara un trato de favor hacia otra formación política. Varios políticos son dueños de emisoras de radios “privadas”, como es el caso del ex ministro de información Gospel Kazako, propietario de Zodiak Broadcasting Station. Por último, los miembros del consejo de administración de la MBC son nombrados directamente por el presidente.

La libertad de expresión está recogida en la Constitución, y el país ha logrado varios avances en materia de libertad de prensa, como la creación de la Autoridad Reguladora de las Comunicaciones de Malaui, en 1998, y la entrada en vigor de la Ley de Acceso a la Información, en septiembre de 2020. El delito de sedición fue derogado a principios de 2023, pero la Ley de Ciberseguridad de 2016 mantiene la pena de prisión por difundir mensajes "ofensivos". Otras leyes obstaculizan el trabajo de los periodistas, como la de espacios protegidos, que dificulta el acceso a determinadas zonas. En 2021, el Tribunal Supremo de Malaui dio una señal alentadora al rechazar la petición de un empresario de censurar dos diarios tras las revelaciones de corrupción en las que estaba implicado.

La mayoría de los medios trabajan con presupuestos muy limitados que comprometen su independencia. Su sostenibilidad financiera depende a menudo del apoyo político que prestan a cambio de ingresos. La práctica del Chimpondamthengo, palabra que define la remuneración simbólica ofrecida a los médicos tradicionales, está muy extendida y consiste en pagar a un periodista a cambio de cubrir un evento.

Los grupos religiosos tienen cierta influencia en los medios. Utilizan radios comunitarias como Radio Maria y Radio Islam para propagar su fe.

Las controvertidas elecciones de 2019 han tenido un impacto negativo en la libertad de prensa, ya que varias cadenas de televisión sufrieron actos de vandalismo. Los periodistas malauíes son objeto de detenciones arbitrarias, amenazas y ciberacoso. También se han registrado varios casos de agresiones por parte de miembros de partidos políticos o de las fuerzas del orden en los últimos años. Los reporteros de investigación pueden verse obligados a abandonar el país.