África
Mauritania
-
Clasificación 2024
33/ 180
Puntuación: 74,2
Indicador político
35
67.23
Indicador económico
50
54.05
Indicador legislativo
26
79.06
Indicador social
36
76.98
Indicador de seguridad
10
93.65
Clasificación 2023
86/ 180
Puntuación: 59,45
Indicador político
96
54.06
Indicador económico
88
47.06
Indicador legislativo
105
57.55
Indicador social
96
60.80
Indicador de seguridad
78
77.78

Desde la despenalización de los delitos de prensa en 2011, los periodistas pueden trabajar en un entorno menos represivo, pero viven de forma muy precaria.

Panorama mediático

La radio es el medio de comunicación más popular en Mauritania. La emisora nacional, Radio Mauritanie, tiene varias filiales locales, al igual que TVM, la televisión nacional. Estos dos medios públicos están controlados por el Estado, como también la Agence Mauritanienne d'Information. En los últimos años, la radiodifusión privada ha decaído. Los periódicos en papel, mayoritariamente privados y francófonos, están desapareciendo poco a poco por falta de recursos. No obstante, algunos medios privados, principalmente webs de información, han conseguido consolidarse a lo largo de los últimos quince años, como Alakhbar.infoCridem.orgSaharamedias.net y la cadena de televisión El Mourabitoun TV, que emite en cinco idiomas. También han surgido varias plataformas de información que han logrado una fuerte presencia en las redes sociales, como es el caso de Tawatur.net, BellewarmediaLa Vision

Contexto político

Al vivir en una situación precaria, los periodistas están expuestos a las presiones del poder político. No obstante, algunas redacciones, como la de Alakhbar.info, consiguen mantener una cierta independencia. La Haute Autorité de la Presse et de l'Audiovisuel (HAPA) -el organismo regulador del audiovisual, cuyo presidente es nombrado por decreto presidencial- sufrió una reforma en 2022, que amplió sus competencias a la prensa digital, introdujo la exigencia de un diploma relacionado con los medios para sus miembros, así como la representación de la oposición.

Marco legal

Los delitos de prensa fueron despenalizados en 2011, y una ley aprobada en 2006, y posteriormente  reformada en 2011, consolida la libertad de prensa e integra los principios generales sobre el derecho a la información y la protección de las fuentes. Al tomar posesión de su cargo en 2019, el presidente Mohamed Ould Ghazouani se comprometió a reformar la prensa en Mauritania y a profesionalizar el sector. En 2020, se creó una comisión para preparar la reforma de los medios, así como un proyecto de ley que establece el marco jurídico para el estatuto de los periodistas profesionales y la obtención del carné profesional. Sin embargo, la ley sobre la protección de los símbolos nacionales, adoptada en 2021, puede constituir un obstáculo para el periodismo, ya que algunos artículos pueden interpretarse de tal forma que se penalice a los periodistas por cubrir determinados temas o personalidades.

Contexto económico

A pesar de la promesa gubernamental de mejorar las condiciones laborales de los periodistas, su situación sigue siendo precaria, lo que los vuelve vulnerables a realizar artículos por encargo a cambio de una remuneración. Una directiva no oficial adoptada por el anterior régimen privó a los medios independientes de los ingresos publicitarios del sector público, obligando a varios de ellos a cesar su actividad. Aunque los medios reciben importantes subvenciones, éstas no les permiten afianzar un modelo económico estable por su mala gestión.  

Contexto sociocultural

Aunque Mauritania sea un país multicultural y multiétnico, las etnias moras controlan la mayoría de los medios, lo que tiene un impacto directo sobre los contenidos. Los medios se autocensuran al abordar temas como la violación conyugal, la sexualidad, la esclavitud, la corrupción, el ejército, el islam o las desigualdades entre comunidades. 

Seguridad

No es habitual que los periodistas sean víctimas de agresiones físicas, pero pueden ser objeto de ataques verbales o de campañas de acoso en redes sociales. A pesar de que los reporteros pueden circular libremente por el país, no se permite el acceso sin autorización a algunas zonas militares próximas a las fronteras del este y el norte.